sábado, 26 de abril de 2014

Vencer la inercia: dejar de ser como somos para seguir siendo quién somos

Te levantas por la mañana, te duchas, te afeitas, tomas el desayuno, sales corriendo de casa y pones en marcha la moto... Cada día la misma rutina, cada día de la misma forma, actuando por inercia.


En física  se llama inercia a la propiedad que tienen los cuerpos de permanecer en su estado (de reposo o de movimiento) mientras no cambie la fuerza que se aplica sobre ellos.

En términos de comportamiento humano, dicha fuerza es el equivalente a la presión que ejercen sobre las personas los diferentes factores que componen su vida: mi relación emocional con mi pareja, mi autodiscurso interior, mis condiciones laborales, etc., todos esos elementos que, mientras no cambian, me hacen sentir que estoy en mi zona de confort y me convencen que puedo dejarme llevar por la inercia.

Un día, sin embargo, el depertador no suena, el calentador se ha estropeado, se te acaba la crema de afeitar, o tu moto se ha quedado sin gasolina y ¿cuál es nuestra reacción?: nos quejamos por que queremos seguir haciendo lo que siempre hemos hecho porque eso nos hace pensar que nada ha cambiado.

Cuanto más tiempo lleve viviendo en mi rutina y  mayor sea mi percepción que nada va a cambiar, mayor será el tiempo en el que habré estado actuando por inercia, dejándome llevar: este "dejarse llevar" constituye un importante obstáculo para conseguir la felicidad.

¿Por qué? 

Por 2 motivos:
  • el primero, porque irremediablemente los factores que componen mi vida van a cambiar: mi pareja me abandonará, me echarán del trabajo o empezaré a dar más importancia a situaciones de mi vida que cambiarán mi autodiscurso, por ejemplo
  • el segundo, porque cuanto más tiempo esté actuando por inercia menos recursos tendré para afrontar las situaciones de desequilibrio y serán de peor calidad: me habré despreocupado de mi red de contactos, habré profundizado en ciertas habilidades técnicas en detrimento de mis habilidades de relación, o simplemente habré ganado peso o perdido elasticidad mental y física.

¿Existe alguna solución?

Por supuesto no puede haber una única solución puesto que los problemas complejos suelen ser abordados habitualmente de forma compleja; sin embargo, se me ocurren algunas ideas que constituyen los primeros pasos del cambio:
  1. Identifica qué COMPORTAMIENTOS o PENSAMIENTOS te están anclando a la inercia: esto aumentará tu capacidad de análisis
  2. Reconoce que tu estado actual NO SERÁ para siempre: así te mantendrás un poco más alerta
  3. Decide QUIÉN quieres ser, a corto, medio y largo plazo: ese objetivo te inspirará
  4. Establece la RUTA que quieres seguir para ser quién quieres ser: este camino te permitirá identificar los obstáculos y los riesgos, y prepararte ante ellos
  5. Visualiza ESCENARIOS DE FUTURO que te permitan sentir diferente y prepararte para nuevas situaciones: así te darás cuenta de qué recursos constituyen un lastre y qué recursos pueden potenciarte

Notas:

Para aprender más sobre la obsesión de estar siempre haciendo algo, recomiendo este enlace de El Factor Humano
Para leer más sobre la Primera Ley de Newton, o Ley de la Inercia, recomiendo este enlace de David Bañón
Para aprender más sobre visualización de escenarios, recomiendo este enlace de Juvencio Roldán

sábado, 5 de abril de 2014

¿Cómo coordinar un grupo y convertirlo en un equipo?

Hace poco uno de mis clientes me llamó para pedirme un workshop para mejorar en funcionamiento de los miembros de su equipo; argumentaba que se producían muchos errores internos, que la comunicación interna era lenta y mala, que cada persona defendía sus propios intereses y que, en definitiva, habían dejado de ser un equipo para convertirse en un grupo.

Todo esto me hizo pensar en lo importante que es la coordinación para conseguir que un equipo consiga grandes resultados y recordé este video que había visto tiempo atrás.



Un divertido ejemplo que muestra cómo se integra cada uno de los pasos de este complicado proceso: cada pieza actua sobre la siguiente de una forma única y unívoca para generar un único y preciso output.

Divertido... pero demasiado simple: el video muestra  piezas de materiales varios que no tienen voluntad (aunque lo parezca en algún momento), algo que no sucede en nuestros equipos porque, precisamente, el componente principal no son las máquinas sino las personas.


El problema, entonces, ¿es que los miembros de mi equipo tienen voluntad?

Evidentemente,ese no es el problema: precisamente es la voluntad y la energía de las personas lo que convierte los sueños y los objetivos en realidad y resultados

La clave de la coordinación no es lo que hacen las personas sino qué visión tienen de lo que están haciendo... y eso me hizo recordar otro video también con cierto humor:



¿Qué necesita un equipo para actuar de forma más coordinada?

Necesitan una visión, una perspectiva de su futuro que les muestre de qué manera la actuación de cada persona impacta en las demás y recibe el impacto de las demás, algo que difícilmente puede apreciarse desde el campo de juego.

Como podemos apreciar en el video, la actuación de este equipo sobre el campo de rugby es un éxito porque alguien les ha estado dando y sigue dándoles feedback sobre cómo se les ve desde la gradería, en lugar de hacerlo desde el terreno de juego.

Así, estas son mis 4 propuestas para los managers que trabajan con equipos con baja coordinación:
  • Paso 1. Dales una visión que de sentido a su trabajo particular.
  • Paso 2. Dales apoyo para que dispongan de la formación y información necesarias para que la visión pueda hacerse realidad.
  • Paso 3. Dales feedback para que sepan si su trabajo particular les acerca la visión.
  • Paso 4. Reconoce el éxito de su esfuerzo